Hace una semana se escribió sobre películas realizadas en Tucumán sobre casos reales, en modo documental o ficción. Pero a diferencia de estos casos puntuales e individuales, hay otro crimen que afectó a una gran comunidad. Esta noche, en la sección oficial del Festival Internacional de Venecia, Lucrecia Martel presentará la película “Nuestra tierra” en Sala Perla, y mañana en Sala Grande. La producción, que competirá en los Golden Globes Impact Prize (galardón que se otorga por primera vez) fue rodada en esta provincia y trata sobre el asesinato de un dirigente indígena que reclamaba las tierras de su comunidad. El premio reconoce a los “documentales de alto impacto social”.

En su primer largometraje documental, extenso y esclarecedor, Martel adopta un enfoque radical de esta trágica historia real, triangulando el juicio por asesinato de los tres hombres, las vidas de Javier Chocobar y sus compatriotas chuschagastas, y el legado colonialista centenario del robo de tierras y propiedades en América Latina. Según portales especializados, “con un enfoque visual deslumbrante, a veces vertiginoso, para filmar la belleza natural de la tierra en disputa, Martel rinde homenaje cinematográfico a las personas que la historia ha tratado sistemáticamente de borrar”.

"Continuamos alzando la voz y pidiendo 'justicia'", afirmó el hijo de Javier Chocobar

“Nuestra tierra” llevó más de cinco años e insumió un proceso creativo largo y dinámico; el guión es de la misma Martel y María Alché. La realización competirá también, a fines de septiembre, en el Main Slate de la 63ª edición del New York Film Festival.

Los hechos

El 12 de octubre de 2009, en la comunidad diaguita de Chuschagasta, el dirigente indígena Chocobar, de 68 años, fue asesinado mientras defendía junto a sus comuneros el territorio ancestral frente al avance de un proyecto minero. Ese día, el terrateniente Darío Luis Amín, acompañado por los ex policías Humberto “Niño” Gómez y Eduardo “Josho” Valdivieso, llegó armado para intimidar a la comunidad. La situación derivó en un ataque con disparos: Chocobar murió en el lugar y otros comuneros resultaron gravemente heridos. El trasfondo del conflicto era la disputa por tierras donde Amín buscaba explotar una cantera de piedra laja. En 2018 hubo condenas. El caso Chocobar se convirtió en un emblema de la lucha por el reconocimiento de los derechos de los pueblos originarios.